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Entrevista a Daniel Tapia. Director del Espacio La Granja y del Teatro Guiniguada y coordinador de la Unidad de Trabajo de Artes Escénicas de Canarias Cultura en Red (Gobierno de Canarias)
3 septiembre¿Cuáles son los objetivos de esta nueva etapa de Espacio La Granja y las diferencias que presenta con respecto a la anterior?
Para realizar el proyecto tuvimos que hacer previamente un análisis del contexto poblacional, el absentismo escolar de la zona, los hábitos de conducta, etc. Comprobamos que había mucha actividad deportiva y lúdica en el entorno. Además, ya existían salas y espacios con actividades culturales tanto privadas como públicas, como son el Teatro Victoria, el Teatro Guimerá, el Auditorio, etc. Y cada una con su público y su línea de trabajo.
Después de todo este duro y largo trabajo de investigación, decidimos que lo que era verdaderamente necesario era buscar nuevas líneas de trabajo que no se estuvieran desarrollando ya, y así no pisar ni perjudicar lo ya existente. Realmente, lo que buscábamos era innovar, pero también apoyar y potenciar lo que ya estaba funcionando.
Debido a que el espacio de La Granja está dentro de La Casa de la Cultura —con lo que convive con la biblioteca, con la filmoteca y con la biblioteca infantil—, teníamos muy claro que nuestra hoja de ruta iba a estar construida sobre dos palabras claves: la cooperación y la coordinación. Por un lado, la coordinamos con todos los proyectos que se desarrollan en la zona, y la cooperación con ellos de forma activa para tener mayor apoyo y visualización.
Este fue, a grandes rasgos, el planteamiento general del proyecto. Una vez decidido este concepto, comenzamos a trabajar en partes más específicas y concretas, que también lo definían claramente. Comenzamos con el desarrollo y definición de la caja escénica. Su disposición a la italiana nos limitaba mucho la consecución del proyecto. Nos la replanteamos y llegamos a la conclusión de que lo interesante era potenciarla para que fuera lo más versátil posible. Nos centramos, sobre todo, en la actividad circense y de autor. Los trabajos para la comunidad, residencias, procesos creativos, laboratorios creativos, trabajos de desarrollo de dramaturgias canarias, etc., necesitaban, sin lugar a dudas, un espacio polivalente y versátil que se ajustara a todas las necesidades que estas líneas de trabajo requieren. Este fue el proyecto para la caja escénica, y así se modificó y ajustó. Por su parte, el salón de actos se ha convertido en una sala modular que se puede adaptar a muchas líneas de trabajo.
También conseguimos romper el muro que existía entre el parque La Granja y el Espacio Cultural, haciendo que el parque entre en el espacio y el espacio en el parque, atrayendo así a todos esos jóvenes que pasan muchas horas en él. El circo, la danza urbana, el arte urbano, etc., son tendencias que atraen a un público joven, al que queremos y deseamos atraer para educar y formar en la cultura, y así convertirlos en potenciales consumidores de ella.
¿Podría hablarnos del nuevo diseño del teatro y de su dotación técnica?
Contamos con un buen asesoramiento técnico y profesional para la compra de herramientas sencillas pero eficaces. El equipo de sonido que tenemos es de mucha calidad. No tenemos una gran dotación pero sí muy bien pensada para que también sea útil y adaptable. Y con el tiempo se irá completando poco a poco.
También se ha arreglado lo que ya había, hemos hecho una puesta a punto, consiguiendo así que esté a pleno rendimiento. Se ha recuperado un piano Stinger de gran cola, con lo que ahora hay uno en el Teatro Guiniguada y otro en La Granja.
Hoy por hoy existen dos espacios escénicos del Gobierno de Canarias que trabajan de forma cohesionada, de manera conjunta, salvando los posibles impedimentos de nuestro territorio fragmentado. Para lograrlo, hemos cerrado un convenio con la Sala Insular de Teatro y con el FAM. Este acuerdo refleja la necesidad de que todos los espectáculos deben tener la posibilidad de estrenarse tanto en Gran Canaria como en Tenerife, apoyados por el programa ya existente Canarias Crea Canarias para la movilidad entre islas. De esta forma, se crean extensiones de festivales y los espacios escénicos funcionan como puentes entre las dos provincias, convirtiéndose en un todo. El propósito es crear un tejido cultural perfectamente cohesionado para que las compañías puedan trabajar mejor y más fácil en Canarias, como un proyecto global, y el público pueda disfrutar de manera más accesible a esa cultura en ambas provincias.
¿Puede darnos algunas pistas de cómo será la programación del Espacio La Granja?
Ahora mismo es muy complicado hablar de una línea de programación debido a la situación tan complicada con la COVID-19, pero tenemos muy claro que somos un espacio público y que no tenemos que ir siempre buscando la rentabilidad. Nuestro máximo interés es trabajar en líneas más minoritarias que hasta ahora no han tenido demasiada cobertura. Un espacio público tiene la obligación de ser un abanico de posibilidades.
Otra premisa fundamental para nosotros es trabajar con proyectos formativos y educativos. La Granja intenta trabajar con público en el aula, y no como herramienta de sensibilización. Para eso ya hay otros programas que lo hacen, y además muy bien. Nuestra intención es formar al público, intentar que se conozcan los distintos tipos de teatro, los distintos tipos de danza, etc., y así ampliar el conocimiento cultural. Para tener público, hay que, previamente, formar al público. Que conozca a artistas canarios reconocidos a nivel nacional e internacional, premios nacionales, nuevos procesos de trabajo, etc., para así ir creando criterio y formación cultural.
Al haber tantos centros educativos alrededor de la Granja, este lugar hace que sea el enclave idóneo para este enfoque. El conocimiento participativo bidireccional y el juego son las herramientas claves para hacerles llegar, sobre todo a los más jóvenes, el amor a la cultura y el conocimiento de esta.
También contamos con espectáculos enfocados a la alta demanda, que es fundamental para publicitar y dar a conocer la sala y así fomentar la asistencia de publico.
¿Cómo es el funcionamiento de selección y programación de espectáculos?
La equidad es nuestra prioridad. De esta forma, mantenemos el criterio de que exista la presencia de todos los estilos cada mes del año. Para confeccionar y mantener la objetividad se creó la Mesa de Garantía, cuya función es aprobar y confirmar la programación propuesta por mí, en calidad de director de ambos espacios. Los coordinadores de los espacios, junto con el director general de Canarias Cultura en Red y yo, conformamos esta Mesa de Garantía, y velamos por el correcto funcionamiento del proyecto. Entre todos decidimos si la programación ha sido correcta o, por el contrario, si existe algún error o es susceptible de alguna modificación.Este sistema evita cualquier favoritismo o boicot. Intentamos ser lo más justos y trasparentes posible. A los responsables de los proyectos que no son programados se les informa de las razones del desistimiento, y los incluimos en una lista de reserva que se tendrá en cuenta para futuros meses.
El proyecto del Guiniguada, que ya está en marcha, recoge que se trabajará mayoritariamente con teatro profesional, por lo que hemos destinado dos semanas al año al teatro amateur, al que en realidad nos gusta más llamarlo teatro «no profesional». En esas dos semanas las entradas son gratuitas, el personal no cobra y no hay una transacción económica, pues es una actividad de afición y no profesional. Es una muestra de carácter regional, por lo que nos hacemos cargo del traslado, estancia y dietas de las compañías de otras islas, pero no se les paga una factura por su espectáculo. Esto creó cierta controversia, pues suponía un cambio con respecto a la antigua trayectoria de trabajo. Pero nuestra intención siempre fue conciliadora y de equipo, por lo que antes de aprobar el proyecto del Guiniguada tuve más de doscientas reuniones con el sector, en las que escuché y defendí los nuevos planteamientos. En general, la acogida y el carácter colaborativo fue total y —poco a poco, con mucha pedagogía— fuimos consiguiendo que se entendieran el nuevo enfoque y los métodos de trabajo para así aunar criterios. La intención es repetir la experiencia y el sistema de trabajo en el Espacio La Granja.
Teniendo en cuenta las nuevas tendencias culturales, ¿podría contar el Espacio La Granja con artistas o proyectos en residencia?
Esta es una parte del proyecto que consideramos fundamental. Contemplamos distintos modelos de residencia, pero siempre teniendo en cuenta las restricciones de horarios y la coordinación con las demás líneas de trabajo. Entre la exhibición y la residencia debe haber un equilibrio justo, y coordinado para que el espacio no se convierta en una sala de ensayo.
El Espacio Cultural La Granja es un proyecto amplio, de exhibición, de formación, de residencia, de trabajo con la comunidad, de trabajo formativo…, y es en esa línea en la que queremos trabajar y proyectarnos en el tiempo. Por ejemplo, una compañía puede realizar un primer proceso de trabajo por su cuenta y, faltando una semana para el estreno del espectáculo, solicitar el uso del espacio escénico para recrear de forma más real y fidedigna la obra de cara al estreno. Obviamente, la solicitud se deberá hacer por medio de un proyecto que refleje, de forma concreta, la justificación y necesidad del uso del espacio.
Nuestro máximo interés y preocupación es que el trabajo que se desarrolle en La Granja y en el Guiniguada sea coherente a largo plazo, y que estos sean espacios escénicos modernos y útiles para la sociedad.
¿Qué deben hacer los artistas si desean actuar en el Espacio La Granja? ¿Publicarán alguna convocatoria?
Durante la cuarentena, se desarrolló la automatización del proceso de admisión de proyectos a través de las paginas web tanto de La Granja como del Guiniguada. La propia aplicación deriva los proyectos al espacio correspondiente, garantizando así su recepción.
Cada cierto tiempo, nos reunimos para el planteamiento de una programación y, una vez hecha, pasa a la Mesa de Garantía para su posterior aprobación o modificación si fuese necesario. En esa Mesa están los coordinadores y gestores culturales de los espacios escénicos, el director general y yo. Una vez confirmada la programación, se informa tanto a los proyectos aceptados como a los desestimados, y a estos se les da una cita si así lo solicitan para explicarles las razones de la desestimación. Estos últimos pasan a una lista de reserva que se irá utilizando en función de las necesidades del calendario y estilos de trabajo del espacio.
¿Cuál es su visión sobre esta situación tan extraordinaria en la que nos encontramos?
Con esta nueva situación de la COVID-19, todos los espectáculos que estaban programados para 2020 se tuvieron que congelar por el confinamiento. Posteriormente, y desde que se pudo, se retomó el trabajo con los proyectos ya programados. Nos convertimos con el Guiniguada en el primer espacio escénico en España en abrir sus puertas al público después del confinamiento, con todas las garantías sanitarias exigidas. Fue un enorme y difícil trabajo, pero éramos conscientes de lo necesario que era, tanto para los artistas como para el personal y el público.
Todos los cambios y logros que se han realizado y se han llevado a cabo en estos últimos tiempos, tanto con el Guiniguada como en La Granja, han sido posibles gracias al apoyo y trabajo de todos, de las compañías, de los agentes culturales, de los políticos, de los técnicos, etc. Estoy muy contento con todo el proceso, porque realmente ha sido un camino muy grato y he estado muy bien acompañado.